domingo, 22 de marzo de 2009

El Mejor Jugador


Un muchacho vivía solo con su padre, ambos tenían una relación extraordinaria y muy especial. El joven pertenecía al equipo de futbol americano de su colegio, usualmente no tenía la oportunidad de hogar, sin embargo, su padre permanecía siempre en las gradas haciéndole compañía. El Joven era el más bajo de la clase, cuando comenzó la secundaria, insistió en participar en el equipo de futbol del colegio. Durante su vida en secundaria, lo recordaron como el "calentador de banco". Debido a que siempre permanecía sentado... Su padre, con su espíritu de luchador siempre estaba en las gradas, haciéndole compañía, dándole palabras de aliento y el mejor apoyo que hijo alguno podría esperar. Cuando comenzó la universidad, intento entrar al equipo de futbol, todos estaban seguros de que no lo lograría. Pero el entrenador le dio la noticia, admitiendo que lo había aceptado además por como demostraba entregar su corazón y su alma en cada una de las prácticas ya al mismo tiempo les daba el mismo entusiasmo a los demás miembros del equipo. La noticia lleno por completo su corazón, corrió al teléfono mas cercano y llamo a su padre. Quien compartió con él la emoción. En todas las temporadas él le enviaba a su padre las entradas para que asistiera al juego de la universidad. El joven atleta era muy persistente, nunca faltaría a una práctica o a un juego durante los cuatro años de la universidad, nunca tuvo oportunidad de participar. Era el final de la temporada y justo unos minutos antes de comenzar el primer juego de las eliminatorias, el entrenador le entrego le entrego un telegrama. El Joven lo tomo y luego de leerlo lo guardo en silencio... Trago saliva y temblando, le dijo al entrenador: "Mi padre murió esta mañana ¿No hay problema si falto al juego?" El entrenador lo abrazo y le dijo: "Toma el resto de la semana libre, hijo, y no se te ocurra venir al juego del Sábado" El juego no estuvo muy bien en el tercer cuarto, cuando el equipo tenía 10 puntos de desventaja. "Entrenador por favor, permítame jugar... Yo tengo que jugar hoy" - Imploro el joven El entrenador pretendía no escucharlo, el joven insistió tanto que finalmente el entrenador, sintiendo lastima, lo acepto, "OK hijo, puedes entrar, el campo es todo tuyo". Minutos después, el entrenador, el equipo y el público no podían creer lo que estaban viendo. El pequeño desconocido, que nunca antes había participado en juego estaba haciendo todo perfectamente bien, nadie lo podía detener, era todo una estrella. Su equipo comenzó a ganar hasta empatar el juego. Finalmente cuando todo termino, el entrenador noto que el joven estaba sentado solo en una esquina, se acerco y le dijo: "Muchacho no puedo creerlo, ¡Estuviste increíble! Dime ¿Como lo lograste?". El joven miro al entrenador y le dijo: "Usted sabe que mi padre murió... Pero ¿Sabía usted que mi padre era ciego?" El joven hizo un pausa y trato de sonreír... "Mi padre asistía a todos mía juegos, pero hoy era la primera vez que pudo verme jugar... Y yo quería mostrarle que si podía hacerlo"

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